¿Cuánto he de esperar,
para al fin poder hallar
la otra mitad de mí
que me acompañe a vivir?
Nadé tiempo en un mar
de apariencia, y ahogué el amor.
No se puede ocultar
el perfume de una flor.
Cuánto me cuesta sobrevivir,
cuánto sonreír;
Sin poder quitarme el antifaz
que me disfraza de normal.
Y volveré a buscarte
allí hasta donde estés,
tan sólo quiero amarte
y poder tener...
alguien en que apoyarme,
alguien en quien volcar
todo el amor que cercenó el qué dirán...
No más miedo a entregar
mis labios sin antes mirar.
No más miedo a acariciar
nuestros cuerpos y soñar.
¡Y a la mierda con
el armario y el diván!
Y si hay que luchar...
luchar es el lugar.
Que en asuntos del corazón,
no hay reglas de dos.
Que somos distintos, somos iguales;
no más gestos, alza la voz.
Y volveré a buscarte
allí hasta donde estés,
tan sólo quiero amarte
y poder tener...
alguien en que apoyarme,
alguien en quien volcar
todo el amor que cercenó el qué dirán...
Y cuando llegue el final,
el otoño de nuestro amor;
yo te esperaré, mientras, vive
y lucha por tener...
Derecho a elegir
con qué cabeza tu almohada compartir.
Orgulloso de ser quien eres,
y no como deberías ser.
Cuánto me cuesta sobrevivir,
cuánto sonreír;
Sin poder quitarme el antifaz
que me disfraza de normal.
Y volveré a buscarte
allí hasta donde estés,
tan sólo quiero amarte
y poder tener...
alguien en que apoyarme,
alguien en quien volcar
todo el amor que cercenó el qué dirán...
Y volveré a buscarte
allí hasta donde estés,
tan sólo quiero amarte
y poder tener...
alguien en que apoyarme,
alguien en quien volcar
todo el amor que cercenó el qué dirán...
Y volveré a buscarte
allí hasta donde estés,
tan sólo quiero amarte
y poder tener...
alguien en que apoyarme,
alguien en quien volcar
todo el amor que cercenó el qué dirán...
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